viernes, 2 de diciembre de 2016

7. I Concurso Puzzle Chess "Mas Guinardó (26/11/2016, Barcelona)

Me encuentro realizando una Inspección Técnica de una vivienda en un barrio de calles estrechas en una ciudad cualquiera. Estoy revisando la terraza. El propietario que contrató mis servicios para ponerse al día con la Ley se apoya en el muro protector del mismo balcón. Éste cede de repente, y cuerpo y cascotes se desploman al asfalto desde una altura de tres pisos. Bajo con presteza a la calle lívido, y mientras busco como loco el teléfono de urgencias e intento comunicar a la operadora la localización exacta del desastre equivocando todos los nombres de las calles, veo que a mi cliente le salen tres riñones de unas heridas en la barriga que increíblemente no sangran. Entonces me pongo a pensar cómo voy a reinventar mi carrera profesional cuando salga de la cárcel, y comienza a sonar una música de pop-rock perteneciente a una de las sintonías de alarma de mi teléfono móvil. El reciclaje profesional puede esperar.

Comenzar un día de concurso después de semejante panorama onírico podría ser descorazonador, pero desde que asistí al espectáculo del mentalista David Baró “Superstico” en el Teatre de l’Eixample en Barcelona, esas supercherías dejaron de cobrar importancia. Así que después del consabido desayuno de los campeones, me dirigí en metro al barrio de Horta-Guinardó para disputar el segundo concurso de Puzzle Chess en España, después del que tuvo lugar en Laguna de Duero a mediados de Julio de este mismo año. La lista de participantes estaba formada por muchas caras conocidas. La sabadellense Maria Dolors Torra, que en sus cuatro participaciones en el Campeonato Individual de España siempre ha hecho podio y fue la ganadora de la edición de 2014; Cristina Roura, otra habitual del top-20 español (que fue baja de última hora por enfermedad), Mateu Torra, hermano de Mª Dolors Torra, otro top-20 y habitual pareja de ella en el Campeonato de España de Dobles, Alba Navarro, manresana afincada en Andorra; Pilar Varela, la iniciadora del Puzzle Viajero, y algunos ajedrecistas catalanes como Josep García i Riera (antiguo tesorero de la Federació Catalana d’Escacs), o el Maestro FIDE Marc Capellades, así como un buen número de puzzleros de la cantera del club de ajedrez Peona i Peó, que ostenta el récord de licencias ajedrecísticas en Cataluña.



La sala de juego se hallaba en la primera planta del Centro Cívico Mas Guinardó, un recinto muy cómodo y con unas vistas hacia Barcelona espectaculares. Después de las presentaciones y encuentros entre viejos amigos y conocidos, el concurso comenzó con una ronda de prueba en la que se emparejó siguiendo correlativamente los números asignados en el sorteo que había tenido lugar el lunes anterior en la tienda Puzzlemania. Dicha ronda fue muy bien recibida por el público participante, ya que cada jugador se aseguraba como mínimo disputar dos partidas y el efecto de poder quedar eliminado en la primera ronda quedaba más mitigado. Además, así se aprovechaban los puzzles destinados a la teórica primera ronda oficial, que se hubiese producido en el caso de haber llegado a los 64 participantes. Mi primera partida supuso un toque de atención serio a pesar de no ser oficial, ya que me tocó con una chica joven que situaba muchísimas piezas al toque, así que me tocó currar bastante para ganarle y, de paso, meterme en materia y establecer líneas intuitivas estratégicas en un formato absolutamente desconocido para todos los participantes. Como bien comentó Cris López en su crónica del PuzzleChess de Laguna de Duero ( www.mundopuzzlero.com ), nos sentimos como unos conejillos de Indias, como el que disputa – por ejemplo – por primera vez una partida de ajedrez con el formato Fischer-Random, es decir, sorteando la posición de las piezas de las primeras filas. Paso a explicar mi experiencia en cada ronda.
Ronda previa de prueba ( 25:00 - 20:00 )
16 avos vs. Josep García i Riera ( Tiempos restantes 17:31 – 0:00 )
El destino quiso que en primera ronda me tocase con el ya mencionado antiguo tesorero de la Federació Catalana d'Escacs, con quien ya había disputado una partida de ajedrez de un match La Lira A-Ideal Clavé A del Por Equipos 2016, que finalizó en tablas tras una dura lucha. En esta ocasión, cambiado el tablero de juego, el cronómetro de mi rival se agotó con una treintena de piezas pendientes de poner, unos quince turnos. En el post-mortem, recordamos la partida de ajedrez de meses atrás y nos pusimos a dirimir sobre una línea de la Defensa Alekhine. No tenemos remedio…
8avos vs. Maria Dolors Torra Torreguitart ( 15:01-14:56 )
El sorteo del cuadro había deparado que si superaba la primera eliminatoria, me enfrentaría con una de las tres mejores puzzleras de España sin discusión, campeona del país en la edición de 2014 y siempre presente en el podio en todas sus participaciones. Por mi parte, yo aportaba una participación en 2016 con un noveno puesto, así que en teoría la favorita era Dolors, pero en este tipo de pruebas de poco tiempo pasa como en las partidas de blitz en ajedrez: Las distancias se acortan y cualquier mínimo detalle o error te manda a la picota. La partida se resolvió por unos escasos cinco segundos a mi favor, después de sumar los diez segundos de incremento de bonus a mi contrincante por haber empezado en primer lugar, una ventaja más que lógica porque el que comienza se obliga con su tiempo a buscar piezas para encajar, mientras que el rival puede pensar con el tiempo del que sale desde el principio. Fue una partida de infarto, con los cronos casi a la par durante todo el rato. Al principio llegué a llevar una veintena de segundos de ventaja gracias a un arranque de un par de decenas de piezas sin errores. Dicha ventaja se esfumó por una indecisión en mi turno a la hora de colocar pieza y a partir de ahí nos mantuvimos a la par durante un par de minutos más. En la recta final, por algún titubeo, me coloqué con una media de cinco segundos de desventaja, sin contar el bonus de 10 que se iba a sumar al final a Dolors. Todo parecía muy chungo, pero entonces mi rival dudó en dos piezas seguidas con demasiadas pruebas – segundos que parecieron años - y pude remontar in extremis, para ganar casi en la bocina. Un buen momento para descubrir que en el Puzzle Chess probar las piezas de manera física no es una táctica adecuada. La escena fue de película: El ambiente estaba impregnado de electricidad y varias personas que habían acabado de jugar se agolparon en la mesa. Sinceramente creo que merecimos ganar los dos y solamente un pequeñísimo detalle hizo que la pelota cayese del lado de la red de mi contrincante.
4tos vs. Joaquim Faig Ramillans ( 16:00 – 0:00 )
Después del descargue de adrenalina y desgaste de los octavos, me costó volver a tener que enchufarme para otra partida a los pocos minutos. Pero en los torneos de toda clase nunca hay tregua y tocaba volver a la concentración. El juego resultó ser como el de la primera ronda, con mi rival agotando todo el tiempo y yo utilizando unos cuatro minutos de reloj. Como anécdota, el comentario jocoso que realizó mi contrincante antes de iniciarse la partida, “Esto es un suicidio”.
Semifinales vs. Mateu Torra Torreguitart ( 11:49 – 10:06 )
En ajedrez hay una máxima en los torneos que duran un día entero. La ronda después de la comida – muy buena, por cierto, en una hamburguesería cercana llamada “La Tassa d’Or” en la que se habló de ajedrez, compras compulsivas de puzzles por Wallapop, del blog puzzlero 6000piezasymas, y de futuras expediciones a concursos - suele provocar desastres en forma de falta de concentración o errores graves. Y a punto estuve de dilapidar el torneo en esta semifinal, cuando después de haber llevado dos minutos de ventaja durante casi medio puzzle, los dilapidé en ¡una sola pieza! Sufrí un bloqueo mental muy severo con el cielo del puzzle del caballito negro y era incapaz de ver absolutamente nada. Por fortuna, esa pájara sólo llegó a igualar los tiempos y pude recuperarme poco a poco en el último tercio del puzzle volviendo a rendir de manera suficiente. Mi rival (hermano de Dolors Torra) demostró que el tercer puesto que consiguió después en la final de consolación contra Esther Álvarez Ballesteros estaba totalmente justificado.
La otra semifinal, Capellades - Esther Álvarez
Final vs. Marc Capellades Subirana ( 7:00-0:00 )
Y en la finalísima, me tocó un jugador de ajedrez titulado con el que ya había disputado dos partidas de ajedrez en el Open Internacional de mi club, el Ideal Clavé. El puzzle escogido fue un cambio de registro total, uno de 300 piezas de un planisferio terrestre, un hueso muy duro de roer. He de decir que casi en ningún momento utilicé conocimientos de geografía para resolver el entuerto salvo en un par de piezas, y sí me concentré en las formas y manchas de colores azules y de varios tonos de marrones o ocres; pero sobre todo en los tipos de salientes, que en la marca Ravensburger son muy variados y facilitan la clasificación prescindiendo de la imagen. Salvo en algún momento recién acabado el primer tercio del tiempo en el que Marc llegó a ponerse a medio minuto, no tuve apuros reales en el resto de partida y finalicé a unos siete minutos de mi rival. Nos dejamos un par de océanos y otro par de continentillos sin construir.
Capellades - Darias
Mateu Torra - Esther Álvarez, para el tercer puesto
En definitiva, fui campeón del torneo siguiendo la estela de Gonzalo López Santos, el vencedor del Puzzle Chess de Laguna de Duero. Pero lo más importante fue que los participantes y acompañantes se lo pasaron muy bien y muchos ya estaban deseando disputar la siguiente edición. Muchas gracias a Puzzlemania por gestionar el pedido de los puzzles, imposibles de conseguir en España, y por ceder su tienda para el sorteo, y, por supuesto, al mentor del campeonato, Jordi Capellades. Sin su gran labor éste no hubiese sido posible.
Cuadro final
Podium

sábado, 5 de noviembre de 2016

6. Las 24 horas de Hannut (29-30/10/2016, Hannut-Bélgica)


Por un millón de euros, conteste, estimado puzzlero. Si solamente pudiese asistir a un campeonato de puzzles al año, ¿cuál escogería? ¿No lo sabe? Pues es muy probable que los veteranos en este mundillo, en el que las palabras Educa, Ravens, Schmidt, Jumbo o Falcon son como la lista de los reyes godos o la alineación tipo del Real Madrid - le contesten que acuda a las 24 Horas de Hannut, y añadan el Campeonato de España en producto patrio como bonus track. ¿Y por qué esa devoción por Hannut? Pues mire, Hannut es ese torneo que provoca que usted esté semanas después del certamen envuelto en una nube de recuerdos que le provoquen incesantemente el mono de volver, similar a aquel anuncio de TV de cruceros en el cual una señorita hacía que trabajaba en su aburrida oficina y recordaba los fiestorros que se pegaba en el hotel flotante de 300 metros, y de súbito comenzaba a gritar “tengo que volver”, “¡¡¡TENGO QUE VOLVER!!!”; sí, es una sensación muy parecida a la que experimenta el debutante en un Campeonato de España. ¿Insiste en preguntarme el por qué? Pues compruébelo usted mismo el año que viene, pero le voy a dar un empujoncito para tentarle, explicándole mi caso. Atienda, s’il vous plaît.

Hannut es una ciudad de 15.000 habitantes situada a unos cincuenta kilómetros al Este de Bruselas, y durante el fin de semana en el que se produce el cambio de hora, aumenta en unos mil habitantes debido al Campeonato de Europa de Puzzles Por Equipos. El certamen se celebra en el Marché Couvert, un recinto lo suficientemente amplio para albergar a ciento y pico equipos de entre cuatro y ocho personas que montarán rompecabezas a contrarreloj durante 24 horas, un bar, un restaurante, una ludoteca, una tienda de puzzles de la marca Jumbo – la patrocinadora del evento -, una sala anexa para la competición individual y dos escenarios, uno para el control y otro para el postureo de la entrega de premios y performances en una de las actividades paralelas del acto. Y allí, a las 15 horas del sábado 29 de octubre, nos presentamos los integrantes de la expedición española, integrada por cinco equipos: AEPUZZ A, B, C, D y E. Foto general, foto de equipos, avituallamiento en una pizzería y un donner kebab de la zona y a ocupar los puestos, como diría el Capitán Kirk. Innumerables fueron los caminos que hicieron que una expedición de decenas de puzzleros llegados de todas partes de España coincidiesen allí en un momento único, y seguramente innumerables las anécdotas del día previo; pero yo solamente explicaré que cada vez que me subo en un avión y éste aterriza (bueno, siempre ha aterrizado, si no malament y a encomendarse a Robert Hays), hay especímenes que aplauden. A mí nadie me aplaude cuando tramito una cédula de habitabilidad, y eso que a veces es difícil la burocracia y hasta que Correos la entregue a su destinatario. 

En cuanto a la maratón de puzzles, personalizaré en AEPUZZ A, equipo del que formé parte. Se empezó con un 500 de un ramo de flores en fondo blanco que duró poco más de media hora, y en el que estuve de espectador. Es evidente que los veteranos deben marcar el arreón inicial, fundamental para no perder comba desde el principio. Aclaro que cada vez que se acaba un puzzle, hay que avisar acústicamente al jurado o a un controlador – que conviene tener atado en corto un minutos antes para evitar retrasos misteriosos -, y están prohibidas las vuvuzelas, eructos y pedos sonoros como señales acústicas. Se sella la finalización del puzzle, se recoge al instante – ah, qué efímera es la vida de un puzzle montado en Hannut – y un puzzlero velocista va a recoger el siguiente. Claro está que existen innovadores como Oli de La Flor – integrante de AEPUZZ C – que con tal de ahorrar segundos son capaces de inventar el básket-puzzle, es decir, lanzar la bolsa de la caja abierta a la mesa metros antes de llegar a ella. Oli, amigo, yo apoyo a los emprendedores, pero no le veo futuro a esta innovación. El segundo puzzle era un 1000 con esas imágenes de cómic de Jan Van Haasteren y entré en liza, con la emoción de ir a encajar mis primeras piezas al lado de tales primeros espadas como Ángel, Cristina, Deme o Mónica. En símil futbolístico, me sentía como mi admirado futbolista Lucas Vázquez cuando fue convocado por Del Bosque para la pasada Eurocopa. No estropeé nada y mantuvimos la igualdad casi total entre los campeones del año anterior, los rusos del Puzzle Su. Team y los franceses Les Bleus. El tercer puzzle, también de 1000 piezas, una conejada como diríamos en Canarias, llena de animales envueltos en colores pastel que a mí particularmente me sacan de quicio, ya que a la hora de clasificar no se distinguen bien en según qué condiciones lumínicas. Así que pedí sustitución y me reincorporé en el cuarto puzzle, otro dibujito cómico de un castillito atacado por un dragón naranja, que dio paso a uno de los reyes de la tarde-noche por las cabezas que derritió, un león de 1500 piezas que hizo las delicias de nuestra compañera Pilar Varela – seguramente poseerá la colección más grande del planeta de puzzles de felinos de gran tamaño – pero que obligaba a un preciso trabajo de machaca, como me gusta denominarlo, es decir, olvidar la velocidad e ir pieza por pieza, como el famoso partido a partido del Cholo Simeone. Aquí se despegaron los rusos del Puzzle Su Team media hora y Les Bleus también nos tomaron ventaja, estableciéndonos en el tercer puesto con relativa comodidad, ya que nuestros compañeros del AEPUZZ B también nos pisaban los talones. Faltando unos pocos centenares de piezas para finiquitar el felino, me fui a cenar al restaurante del recinto. Momento para hacer de corresponsal y para revisar mensajes. El Barça gana de perro al Granada, el Madrid gana con solvencia al Alavés con los culés quejándose de un penalti inexistente, el Tenerife por fin gana un partido – al Rayo Vallecano –, Rajoy es investido presidente, y los seguidores puzzleros desde España nos animan sin cesar, sin duda, la noticia más importante . Miro con recelo unas albóndigas del tamaño de dos depósitos de gas propano que aparecen en un montón de bandejas y decido ir al menú hiperglucémico y no hacer caso a Montignac, porque el sexto puzzle iba a ser el coco gigantesco que definitivamente mostraría quiénes aspiraban a algo y quiénes no, el del ciervo, “Bambi”, como se le llamó coloquialmente. Así que partimos con una recién estrenada segunda posición provisional hacia el tour de force parecido a un mini Vida Salvaje, lleno de detallitos en los que la prueba a saco volvía a ser una pérdida de tiempo y el trabajo pieza por pieza consultando la imagen era fundamental. En este 2000 estuve desde el principio hasta el final y en el que a mi entender alcanzamos nuestro pináculo como equipo, ya que lo armamos en menos tiempo que los rusos y Les Bleus. El puzzle de Bambi debía tener un condensador de fluzo incorporado, porque al acabar pregunté cuánto habíamos tardado pensando en dos horas, que resultaron ser tres y media. Cómo pasa el tiempo cuando se hace lo que te gusta y encima se aprovecha para rememorar empalmadas universitarias para estudiar exámenes o entregar trabajos a última hora. También AEPUZZ B mostró sus credenciales, superó nuestro tiempo y se situó en tercer lugar a unos diez minutos de nosotros, relegándonos a la cuarta plaza. El séptimo puzzle quizá fue el que decidió parte de nuestro destino. Esa dichosa imprenta con azules por todos lados y blancos se nos atravesó y tengo que reconocer que fue uno de esos puzzles en los que me pasé dos minutos pensando y pensando sin saber cómo atacarlo, pero es que no me podía retirar porque ya dos compañeros anteriormente habían dicho que no veían nada. Por suerte, la crisis se superó, pero a costa del cuarto puesto y ya no nos volvimos a recuperar. Siguió el puzzle más fácil de la tanda, un 1000 de unas amapolas lindísimas amapolas que ya no nos convenía porque los puzzles sencillos son como las etapas en llano de las Vueltas Ciclistas importantes, no deciden casi nada. El noveno puzzle era del formato extraño “imagine usted la imagen que hay en el punto de mira del dibujo de la caja”, lo que provocó la risible y a mi entender ridícula táctica del equipo ruso de parapetarse alrededor de su puzzle en proceso para evitar copias, y por ende meter barreras visuales. Pero hijos de mi vida, rusos, ¿ustedes realmente piensan que un puzzle se puede copiar como una chuleta de exámenes? En fin, convirtieron su chiringuito en una réplica de Fort Knox, pero nosotros ni caso. Siguió otro latazo de 1000 piezas de casilleros de gatos, cabras, ciervos y demás especímenes que con buen criterio decidí pasar a un compañero. En el interín fui a disputar la prueba individual en unas mesas más estrechas que los pupitres de Zipi y Zape. Tardé 1 hora 22 minutos en montar un puzzle Jumbo de 500 piezas, lo que me procuró el 19 puesto de 48 participantes y el ser el mejor hombre clasificado, cosa que creo que merecía algún premio, pero mucho caso no me hicieron cuando fui a reclamar mi jamón. Con la carrerilla cogida, me reincorporé al puzzle 11, el segundo criminal de la serie, un mapa de 1000 piezas del Juego de Tronos. Era la oportunidad para recortar distancias, y aunque a mi entender hicimos un gran trabajo en este rompecabezas, los rivales estaban inspirados y no perdonaron una. Quizás por ello los dos siguientes puzzles nos relegaron a la sexta posición que ya no abandonamos. Les Bleus, que habían permanecido menos preocupados por espías extranjeros y sin alharacas, adelantaron a los rusos del Puzzle Su. Team y se pusieron líderes, posición que defendieron bien hasta el final. Nosotros nos marcamos como último objetivo finalizar el duodécimo – un barrizal de juegos olímpicos del eterno Van Haasteren – para poder tener el puzzle número trece y disponer de más rompecabezas que repartir entre los componentes del equipo, y a falta de veinte minutos, nos relajamos simplemente asegurando el sexto puesto. Yo decliné estar la última media hora porque ya era incapaz de ver absolutamente nada y de encajar dos piezas seguidas.

No quiero dejar pasar la ocasión de mencionar a todos mis compañeros de AEPUZZ A, de los que aprendí muchas cosas que pueden servir para futuras ediciones. Ángel Heras es como el Hombre de La Pistola de Oro, no necesita probar si una pieza va en tal o tal sitio, simplemente lo sabe con sólo mirar. Demelza Becerra es un torbellino, te mete diez piezas en segundos y en el tiempo sobrante ha tenido tiempo de probar veinte más, la equivalente de Ussain Bolt puzzlera. Cris López es la abanderada de la clasificación, para ella, que se encajen piezas es solamente la punta del iceberg del trabajo previo de ordenar piezas por directriz, forma y color. Mónica Santiago es una todoterreno, ella arma lo que le echen, es la puzzlera universal. Luis Pavón tiene una resistencia física tremenda, yo cada vez que estaba fuera de la mesa lo veía dentro, y cuando estaba dentro, lo tenía a mi lado; hubiese fichado a este hombre para los grupos de trabajo de Arquitectura cuando había que quedarse noches sin dormir dibujando planos. Lilia Godoy es nuestra rutilante jugadora sub-12, una estrella en ciernes, siendo hija de Demelza no puede tener mejor profesora. Y un servidor, diría que tiene un estilo muy parecido a Ángel Heras – visión global del problema y encajar con la vista antes que probar -, al que se le dan bien los puzzles de alta dificultad y desatascar bloqueos, y fue un honor para mí compartir mesa puzzlera con todos vosotros. Por supuesto, felicitaciones al resto de equipos españoles de la expedición, en especial al AEPUZZ B, que quedó en cuarto puesto. Recordemos que 124 equipos participaban en la prueba.

Una de las novedades de esta edición era que se podían realizar peticiones de canciones para la música amenizadora. En la expedición española se habló por Whatssap de Manolo Escobar, sevillanas, Los Brincos y demás producto patrio, pero al parecer la cosa quedó en nada. El hilo musical que escupían los bafles perimetrales se dividió en cuatro partes bien diferenciadas: la primera, toda la tarde del sábado 29, en la que se conjuntaron Enrique Iglesias (¿quién diablos pidió esta aberración de “si te vas, yo también me voy”?), chundachundas y raps franceses; la segunda, durante la noche y madrugada del 29 al 30, con una especie de mezcla de rock progresivo y música para ascensores que provocó el colapso de muchos participantes y que el recinto se llenase de bellos durmientes – o cadáveres, como jocosamente comentaba Oliver de La Flor en un vídeo en directo -, la tercera, sin duda la más digerible, con temas de Supergrass (Alright), Phil Collins (Baby don’t you lose my number), Blur (Boys and girls, Charmless man), America (A horse with no name), 4 Non Blondes (What's up), Jacques Dutronc (Paris s’eveille), AC/DC, The Bee Gees (Stayin’ alive), Queen (Don’t stop me now) y hasta Mecano cantando en francés “Mujer contra mujer”, entre toneladas de canciones francesas desconocidas. Para deleite de los fans de Pink Floyd – que somos legión -, la guitarra de David Gilmour en “Wish you were here” cerró las 24 horas inesperadamente, y escribo inesperadamente porque la hiperrradiada “We are the champions” es la esperada en estos casos. Chapeau por la originalidad.

Tras nuestras 13.555 piezas montadas (unas 565 piezas por hora), vinieron los esperados momentos para la relajación. Para empezar, en el equipo AEPUZZ A no nos enteramos de que nos estaban llamando para subir al escenario a recoger nuestro premio al sexto clasificado – dos botellas de vino empaquetadas en plan pijo – y solamente el acento cantarín de la speaker “AEPUZZ A, pas de manifestation?” me hizo despertar, avisar a Cris López – que andaba por ahí de casualidad – y subir a trompicones a ser honorados. Eso sí, para buscar voluntarios para contar las piezas de los puzzles sin acabar, sí hicieron una llamada en español, pero creo que a esas alturas todos confundíamos el español con el esperanto y ni el Profesor Tragacanto nos hubiese alertado. Después de abandonar el Marché Couvert, regreso a Lovaina (donde pernoctaba gran parte de la expedición, paseo vespertino de un amplio convoy de los equipos de AEPUZZ A, C y E por la bella ciudad abanderada del Proyecto Erasmus (Orgasmus para muchos), cena en una pizzería del centro en la que descubrí una grieta en una pared de medio milímetro de ancho – nada importante, además estaba fuera de servicio y yo creo que esa fisura era una imagen sobreimpresionada en mi cerebro de uno de los ríos del mapa del demencial puzzle Juego de Tronos. Un asombro generalizado de que las bicis no estuviesen atadas con candado – en España un juguete abandonado durante un minuto en un parque infantil a los cinco minutos ya está en venta en Wallapop -, al día siguiente, compras compulsivas de puzzles en Lovaina, turismo en Bruselas con visitas a la Grand Place, el Manekken Pis – un machanguito con incontinencia urinaria que rivaliza con el caganer catalán a ser el elemento tradicional más escatológico -, la tienda de Tin Tin, el asalto a las bombonerías – recomiendo encarecidamente pasar de comprar bombones belgas, están tan sobrevalorados como las bravas del Tomás de Barcelona - y tiendas de gofres del lugar, algún avistamiento de tiendas de puzzles que han pasado a la base de datos de un servidor para futuras investigaciones, el ataque de un ascensor asesino en el párking de la Place de la Spagne – con una estatua de Don Quijote y Sancho en medio -, y la vuelta al aeropuerto, con varios accidentes más, como que mi anillo de casado estuviese a punto de ser engullido por la cinta transportadora de bandejas en la zona de control, pero lo cacé al vuelo y evité emular a Charles Chaplin siendo engullido por la máquina en “Tiempos modernos”; o el ataque de otro ascensor asesino en el check-in de salida que hizo que otros volviesen a emular a José Luis López Vázquez en su famosa cabina y que nuestros caminos quedarían definitivamente divididos hasta el siguiente campeonato.

Así que, estimado señor, ya sabe porqué escojo las 24 horas de Hannut si tengo que llevarme un concurso de puzzles a una isla desierta.











Expedición española a Hannut 2016
AEPUZZ A
A. Darias, L. Pavón, Á. Heras, D. Becerra, C. López, L. Godoy, M. Santiago
Montando el segundo puzzle. Lilia Godoy, Demelza Becerra, Alex Darias, Luis Pavón
Puzzle Su. Team, subcampeones 2016
Les Bleus, campeones 2016
Uno para todos y todos para uno

sábado, 17 de septiembre de 2016

5. IV Concurso Puzzles Casa La Carreres (5/9/2016, Móra d'Ebre, Tarragona)


Iba a participar en el Concurso de Puzzles de la tienda Toy Planet de Terrassa, modalidad individual, pero tres días antes de la celebración del mismo recibí (como todos los demás participantes) un Email de cancelación del mismo. Así que pese a la distancia que separa Móra d’Ebre de Hospitalet de Llobregat – unos 150 kilómetros - , decidí repetir la experiencia del año anterior y meterme entre pecho y espalda una tiradita en coche hacia la pequeña localidad tarraconense. El Concurso de Puzzles de Móra d’Ebre está limitado a dieciséis personas y que se realiza en el Teatro de la Llanterna, simultáneamente con una jornada dedicada a los juegos de rol. En la edición de 2015 fuimos siete los participantes y quedé vencedor, seguido por Nerynga Vejyta y Noelia Toledo; pero en esta ocasión, con nueve personas compitiendo, y a pesar de haber realizado casi el mismo tiempo del año pasado, bajé hasta la cuarta posición. Noelia Toledo ganó el certamen con un tiempo de 1 hora 17 minutos, Nerynga Vejyta (campeona en 2013 y 2014) la siguió con 1:19, Javi Martínez (master de la web-foro www.puzzleando.com), se situó en 1:35, y un servidor finalizó el puzzle en 1:40, un tiempo como mencioné que me sirvió para vencer el año pasado y que en éste se mostró claramente deficiente.

El puzzle, a mi entender, era de una gran dificultad. La clasificación por colores y zonas se antojaba bastante difícil al existir gran cantidad de variaciones y repeticiones de temas (en este caso, cupcakes, o el nuevo nombre para hacer mención a las magdalenas para pijo), y, tal vez por el deseo de experimentar o una excesiva confianza en mí mismo, decidí empezar por el fondo, lo que se reveló como un grave error estratégico del que ya no me pude recuperar. Los puzzles-collage son un desafío considerable para las pruebas contrarreloj y muy puñeteros, como así lo pudieron atestiguar al día siguiente en el Campeonato Individual de Valladolid, en los que tocó otro Educa de 500 piezas de un pez insertado en un graffiti multicolor. Y como siempre trato de sacar el lado positivo de las cosas, este experimento fallido estratégico sirve para afianzar líneas de ataque y consolidar la preparación para eventos futuros.

Como nota final, en una conversación por Whatssap entre los miembros de AEPUZZ (Asociación Española de Puzzles), que febrilmente estaban participando en la maratón de ocho horas de Valladolid), me enteré que el puzzle escogido para Móra d’Ebre 2016 ya había salido en dos o tres concursos anteriores en la modalidad por parejas. Quizás eso explique algo los tiempos inusualmente rápidos de esta prueba, y es que cuando toca un rompecabezas que ya se ha ensayado en casa o en otros concursos, por experiencia en mis propios entrenos, se suele montar en muchísimos minutos menos. 

La próxima prueba en la que participaré será nada más y nada menos que el Europeo de 24 horas de Hannut (Bélgica), entre el 29 y 30 de Octubre, formando parte del primer equipo de la Selección Española de Puzzles. Será la prueba más importante en la que haya tomado parte hasta ahora y la maquinaria tiene que estar engrasada si aspiramos a ser Campeones de Europa.

Panorámicas de la sala


Noelia Toledo, la ganadora
De vuelta a Barcelona, me topé con una escena insólita.

jueves, 15 de septiembre de 2016

4. III Campeonato de Puzzles La Pobla de Lillet (6/8/2016)

Dos meses exactos después del inolvidable Campeonato de España de Puzzles de Madrid, volví a la arena en un torneo por parejas celebrado en la bonita localidad pirenaica catalana, en la que al mismo tiempo está teniendo lugar la 26 Edición del Open Internacional de Ajedrez. Para la ocasión, se presentaron diez parejas, entre ellas la de Pilar Varela y Marta Freixas y un servidor con Alba NB. La modalidad en esta ocasión era construir un rompecabezas de 500 piezas a contrarreloj, en un espacio de tiempo de dos horas.

Esta vez sería el único responsable de recorrer sin incidencias los 135 kilómetros que separan Hospitalet de Llobregat de La Pobla de Lillet. He de informar que cada vez que me toca un desplazamiento de estas características a terrenos algo desconocidos, me pongo algo nervioso, pero no es porque no sepa conducir ni porque pueda quedarme dormido, sino por las reminiscencias de un desplazamiento a Llinars del Vallès hace varios años para jugar con mi equipo de ajedrez un encuentro del Campeonato de Cataluña Por Equipos. Para no aburrirles, un servidor fue directamente responsable de que una caravana de tres coches llegase más de media hora tarde a jugar a la sede del Club d'Escacs Llinars por una mala interpretación de un mapa de Google Maps y varios incidentes dignos de una película de los Monty Pyton que mejor expliquen otros. Ese día fue bautizado como "El Show de Darias" y pasó a formar parte de la leyenda negra del club.

En fin, que me desperté a las 7:30, me duché, desayuné como un campeón y me fui al coche. Como iba sobrado de tiempo, decidí ir a lavarlo en un sitio de esos donde hay muchos aspersores, de esos que le gustan tanto a cierto club de fútbol, con algo de mala fortuna, ya que una de las cuerdas de la manguera se enredó con otra de tal manera que ni Chanquete con una clase de nudos marineros la hubiese arreglado. Por fortuna, todo se arregló y decidí repostar en una gasolinera de al lado, siguiendo el consejo de los sabios wikipedas, "por la mañana los gases no sé qué no sé cuántos y te ahorras pelas, unos escalofriantes dos céntimos por litro". Misteriosamente, la cola para ir a pagar era larguísima, "pero qué coño hace tanta gente a las 8:30 de la mañana repostando en un fin de semana, panda de frikis", pensaba.

Como la maravillosa Guía Repsol me había indicado el día anterior que el trayecto duraba 1 hora y media - evitando peajes, por supuesto -, y el reloj marcaba las 8:45, respiré. Llegaría a las 10:15, la hora en la que había quedado con Alba NB en La Pobla. Pero claro, la Guía Repsol no contaba con una caravana de Harleys Davidson en la Autovía A-2, ni con ciertos conductores que iban a 50 por hora en tramos de velocidad máxima a 90, ni con un par de paradas para consultar el GoogleMaps por el miedo escénico a perderse en carreteras desconocidas. El momento culminante fue cuando, pasado Berga y a 30 km de La Pobla, me topé con un tremendo hiperboloide hiperbólico de hormigón y me vino un flash de la central nuclear de Ascó en Tarragona. Durante unos kilómetros, creí que me había abducido un ovni y me habría teletransportado con coche y todo a donde le había salido de las pelotas para experimentar con un integrante de la raza humana, como hacían con avioncitos de la Segunda Guerra Mundial. Pero el cruce esperado de la B 402 a la Pobla apareció y tuve que dejar mi experiencia en la Tercera Fase para otra ocasión. Así que llegué solamente diez minutos por encima del tiempo calculado a la Pobla de Lillet, a las 10:25, 35 minutos antes del inicio del Campeonato. Casi tardo más en encontrar sitio para aparcar que en ir a la Pobla desde Hospitalet, pero eso es otra historia.

De las dos parejas venidas de Barcelona sólo faltaba Pilar Varela, que por Whatssap nos comunicó que llegaba tarde, así que el organizador, Jordi Capellades, le dijo a Marta Freixas - su compañera puzzlera - que empezase igual, aunque fuese con un refuerzo provisional. Y llegó la hora del inicio. Diez parejas desenfundaron los dedos para armar un puzzle de una japonesa de 500 piezas. El montaje fue más complicado de lo esperado por la particularidad del patrón moderno de los puzzles Educa, en el cual algunas piezas pueden ir en varios sitios a la vez y solamente alguna diferencia verdaderamente pequeña hace que se escoja la pieza candidata correcta, o, como ocurre en casi todos los casos, se monta un conjunto y llega un momento en el que es imposible continuar porque hay espacios en los que no va ninguna pieza. Y eso me pasó en una esquina llena de dibujitos seriados de un papel pintado, que tuve que montar y desmontar seis veces hasta dar con la solución correcta. Ni que decir tiene que imitando a los loros del Loro Parque tinerfeño, entre encaje y encaje, di un mitin entre dientes sobre los especiales patrones de Educa. Por lo demás, la imagen no tenía especial dificultad y logramos acabar el puzzle los primeros en una hora cinco minutos. Pilar Varela, que llegó a los diez minutos de haber empezado la prueba; y Marta Freixas, acabaron el puzzle las segundas, con un tiempo de 1 hora y 45 minutos. El resto de participantes no acabó el puzzle, pero los terceros clasificados estuvieron a punto.

Después de la entrega de trofeos, nos fuimos todos los expedicionarios pirenaicos a comer en un refugio cercano y, con Jordi Capellades, el mentor del concurso e integrante del Peona i Peó Club d'Escacs, hablamos de puzzles, ajedrez y del Torneo de PuzzleChess catalán, que está más cerca de hacerse realidad y al que auguro un éxito rotundo.



Marta Freixas-Pilar Varela
ADM-Alba Navarro

La pareja tercer clasificada