En una tarde de bochorno veraniego, con la típica tormenta de verano
al acecho, varios de los incondicionales del circuito puzzlero nos
desplazamos a la localidad de Sant Esteve Sesrovires para el 24
Campeonato de Puzzles Por Parejas, incluido en el programa de la Fiesta
Mayor del pueblo. Pueblo en que por cierto nació la cantaora Rosalía, de
hecho, cuando enfilaba con el coche por la comarcal de acceso al centro
urbano, noté una gran conmoción comparable como cuando un fan de Los
Beatles encuentra el paso de peatones de Abbey Road. Tuve que poner un
CD de Frank Zappa y las Madres de La Invención a toda castaña en el
coche para ahuyentar semejante sonido satánico del averno, una mezcla de
"Antes muerta que sencilla" y "Ay quién maneja mi barca". El año
anterior ya había acudido en tren a este concurso de corte casero y
familiar y había quedado segundo junto a Pilar Varela, por detrás de las
Hermanas Sonsona, y había tocado un rompecabezas de un selfie de
delfines, tortugas y algún tiburoncete con ganas de morder culetes.
Quizás al tren no llegaba la influencia de Rosalía de Canto porque los
carteristas la anulaban. Sustituir problemas por otros.
En esta
ocasión, repetía con Jimena Gordillo participación, que delegaba a José
Luis Ruiz a labores de fotógrafo y avituallamiento. Tres participaciones
anteriores en Pineda de Mar 2017, Sant Boi 2018, Fiesta Mayor Cornellà
2019, tres triunfos. Como para no continuar apostando. También la nómina
de participantes itinerantes había quedado diezmada. Las Hermanas
Sonsona no se apuntaron, tampoco Quim Faig y Né Traoré, y del combo
conocido solamente subieron madre e hija Van Deenen de Calella, Julia
Aguilar y Eva Cobo, y Erika Prieto y Elena Consolí de Cornellà. Los
prolegómenos fueron testigos de inminentes rumores sobre un nuevo
concurso en Abrera y a futuros campeonatos como los de las Festes de
Gràcia a mediados de Agosto.
El Concurso de Sant Esteve
Sesrovires se caracteriza por ser el más longevo que se disputa en
territorio español, 24 ediciones nada más y nada menos, pero siempre
desde la modestia de no trascender más allá del ámbito festivo del
pueblo. Tiene la salvedad de que durante la primera hora no se dispone
de la imagen de referencia. Tardaban en traernos la bolsa de las piezas a
Jimena y a mí, así que me acerqué a la mesa vecina a ver si podía
adivinar algo de las dos parejas de concursantes que la ocupaban. Al ver
que las dos parejas eran además parejas de verdad, y que las chicas
iban vestidas de forma muy sugerente, desistí de espiar por si los
consortes alfa confundían mis movimientos oculares con maniobras para
adivinar lo que se ocultaba dentro de los wonderbras. Así que esperamos
un par de minutos a que nos trajesen la bolsa con suspense. Solamente
había piezas rojas, amarillas y de pelos largos marrones, tuve una
visión de Los Lejanos, se me apareció Obi Wan Kenobi y, materializándose
en un holograma azul, me dijo:
“Darias, irás al Planeta Dagobah. Allí aprenderás de Yoda, el maestro de Jedi que me enseñó a mí”.
Entonces caí sobre la bolsa de las piezas y vi a Chewbacca que me rugía
con todas sus fuerzas. Lo vi claro. La conmoción que había sentido no
era la de Rosalía, sino de la Fuerza, por tanto el puzzle era de Star
Wars. Así se lo manifesté a Jimena, y al abrir la bolsa de las piezas
tras la cuenta atrás inicial, decidimos montar el minipuzzle de las
piezas que contenían trozos de letras sospechosas. ¡Bingo! STAR WARS, un
bicho peludo…sólo podía ser el Felpudo con Patas de Chewie. Por ello,
durante los 56 minutos que duró el montaje, no paró de circular por mi
cabeza una serie de míticas escenas de Star Wars con Chewbacca de
protagonista:
“Chewie, ¡¡¡¡vámonos de aquí!!!!”
“ ¿Quiere alguien quitarme de en medio a este felpudo con patas?”
“ No te conviene soliviantar a un wookie”.
Tuvo que ser buena la influencia del 50% propietario de la nave que
hizo la gran carrera en 12 parsecs, ya que Jimena y yo ganamos con unos
minutos de margen sobre madre e hija Van Deenen y 20 minutos sobre las
terceras, Julia Aguilar y Eva Cobo. La jornada fue rematada con unas
entrevistas a la televisión local, y cuando se hagan públicas no
incluiré los links porque creo que dije algunas paridas.
Finalmente, en lo que respecta al montaje, en la modalidad “sin imagen”
es esencial aferrarse a cualquier detalle para poder dilucidar de qué va
la foto. Por poner un ejemplo básico, si en una pieza ves un trozo de
coche y en otra una farola, es probable que sea un puzzle de un entorno
urbano. En este caso, el resolver las 40 piezas del letrero daban la
clave del rompecabezas y medio trabajo hecho, y más aún si se es
seguidor de la saga “Star Wars”: la cultura aumenta la velocidad de
montaje por estar familiarizado con los dibujos, a pesar de que no se
puedan ver.
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