lunes, 19 de noviembre de 2018

22. II Torneig de Puzzles Pineda de Mar (4/11/2018)

Domingo 4 de Noviembre, 10:30 de la mañana
Modalidad: Por Parejas




Esquema de montaje
Siento decepcionarles, pero en este concurso, apenas 120 horas después de la Odisea de Hannut, no pasó absolutamente nada extradeportivo, así que no busquen escenas de terror psicológico en la crónica. Los amarillentos, ya pueden ir cerrando el Facebook o dedicarse a mirar al Cabronazi o engendros similares. Los puzzleros, pueden seguir leyendo.

Nunca había conseguido encadenar tres triunfos seguidos en competiciones normales desde los viejos tiempos de los concursos de La Casa Portuguesa en Tenerife a finales de los años 80, y en esta ocasión, tampoco pudo romperse el maleficio. El puzzle escogido para el II Concurso de Pineda de Mar fue de dificultad alta, titulado “La librería loca”, de la marca Ravensburger. La imagen, una mezcla de las escaleras imposibles de Escher y las librerías multicolores que ahora están de moda, era un ejemplo estándar de lo que denomino tipo “collage”. El collage es una técnica pictórica que consiste en aunar elementos heterogéneos en un todo coherente, y en los puzzles no se trata de una excepción. 

El “collage” se distingue de otros tipos de puzzle porque no puede dividirse en los llamados “minipuzzles”, salvo en un porcentaje muy reducido de la imagen, por regla general inferior al 20%. Los mecanismos para resolverlos son mucho menos automáticos que en puzzles con zonificación clara. Pronto se acaban las superficies fáciles y el puzzlero se ve enfrentado al factor que marca la diferencia en un 80% del puzzle restante, lo que da mucha más incertidumbre al resultado final del concurso e introduce más variables inesperadas en el desarrollo del mismo. Las técnicas de resolución de este “collage” pueden resumirse en los siguientes pasos:

1) Salvo que los bordes sean de color uniforme, hay que montarlos porque necesitarás el marco de referencia para situar geográficamente los elementos. En este caso se pueden construir con relativa facilidad.

2) Identificar los escasos minipuzzles, en este caso, las zonas de luz amarilla, los arcos de sillares, la balconada al cielo azul nocturno y las tres superficies lisas terracota correspondientes a paramentos de escaleras.

3) Identificar los hitos del puzzle. Denomino “hitos” los minipuzzles de dos o tres piezas que destacan claramente de la amalgama de formas general. En este puzzle, los hitos son muchos de los libros de color chillón o poco usual respecto al tono general y los personajes extraños que pueblan la imagen.

4) Considerar el montaje de parejas de piezas como una labor de desgaste, lo que Cristina López llama “la guerra de guerrillas”. Cada pareja es un éxito pequeño que lleva al triunfo final.

5) Situar todos los elementos construidos dentro del marco, a pesar de no estar engarzados entre sí. Para ello se deberá mirar la imagen de forma habitual, algo que en puzzles convencionales no es necesario.

6) Identificar los dos elementos que forman parte del esqueleto interno del puzzle: las barandillas de las escaleras y la librería vertical. Es cierto que al tratarse de un puzzle Ravensburger en el cual no se puede dilucidar el ángulo real de las barandillas porque no se pueden dividir las piezas en horizontales y verticales, el intentar montar ese esqueleto puede ser contraproducente en una fase temprana, pero las dos franjas rosa verticales sí son identificables.

7) Identificar texturas según la dirección del despiece. En este puzzle, las piezas oscuras se sitúan en la franja de 1/3 superior, y algunas paredes rojizas son identificables también por el rayado vertical.
Como puedes ver, son muchos los caballos de batalla a tener en cuenta en un collage, pero el principal es la paciencia. Durante los primeros 45 minutos del puzzle parece que no se esté montando apenas nada porque todos los grupos de piezas están atomizados, pero nada más lejos de la realidad, porque llega un momento en el que se pasa de ocupar espacio libre a rellenar huecos.


Evidentemente todo esto es la teoría y es de cierta utilidad para no divagar durante el montaje, pero por suerte en un campeonato no basta con saberse la teoría e influyen muchos más factores. En mi caso, hoy realmente notaba cómo no rulaba excesivamente fino y de hecho unos bordes bastante sencillos de montar me constaron más de la cuenta. Por ello considero el tercer lugar un buen resultado porque significaba de nuevo estar en el pódium de una entrega de premios. Es importante recordar que aunque sepamos que otros participantes puedan haber acabado antes que nosotros, tenemos que seguir dándolo todo para acabar lo mejor posible. Evidentemente eso es más fácil cuando aún hay premios en juego, pero debería afrontarse una prueba siempre así.

Volviendo al concurso, la clasificación final fue la siguiente:

Campeonas: Pilar y Maribel Sonsona (1 h 13 min)
Subcampeonas: Jenny y Susanna (1 h 15 min)
Terceros: Pilar Varela y Alejandro Darias (1h 22 min)
Cuartos: Né Traoré y Quim Faig (1 h 24 min)
Quintos: Jimena Gordillo y José Luis Ruiz (1 h 25 min)
Sextos: Meritxell Quintana y Javier Parra (1 h 30 min)
Séptimos: Alba Navarro y Ramón Turpin (1 h 37 min)
Octavos: Nazareth Peña y Javier Peña (1 h 40 min)

Parecía que ahora tocaba parón invernal hasta casi la primavera de 2019, pero dentro de un mes, a falta de confirmación oficial, habrá nuevo certamen Por Parejas en Sant Boi de Llobregat. 

La Fiesta del Puzzle sigue creciendo. 
Campeonas
Segundas
Terceros

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