domingo, 2 de diciembre de 2018

23. I Concurso solidario de puzzles en Sant Boi (2/12/2018)


Fecha: Domingo 2 de Diciembre de 2018, 10:30 de la mañana
Modalidad: Contrarreloj por Parejas

Otro concurso que nace en Cataluña, otro invitado más a la Fiesta del Puzzle. Corrían rumores de que el certamen iba a ser también en la modalidad Puzzle-Extreme, que por primera vez se dio en Manresa en Marzo de este mismo año 2018, pero los agentes metereológicos acompañaron (o no acompañaron para los morbosos) y los puzzleros, que estábamos instalados en una calle céntrica de la Ciutat Cooperativa de Sant Boi (enfrente de la conocidísima Colonia Güell, la colonia industrial mejor conservada de Cataluña), disfrutamos de un tiempo primaveral con un sol espléndido. Alba Navarro, que pasará a la historia del puzzle por ser la inventora del Puzzle-Extreme, respiraba tranquila porque su hito permanecía impoluto.

Como suelo hacer en ocasiones, cambio de pareja puzzlera para según qué eventos y para tener la oportunidad de ver cómo interacciono con otros estilos de puzzleo, y también para sorprender a los rivales en busca de la victoria final, que todo hay que decirlo. Jimena Gordillo y yo unimos fuerzas y decidimos reeditar la colaboración de Pineda de Mar de 2017, y volvimos a repetir triunfo. Ella conseguía hacer doblete dos semanas después del primer puesto en Ibi (Alicante) con José Luis Ruiz Ludeña, y yo finalizaba el año con un gran sabor de boca y preparado para dar guerra en el siguiente 2019. Una de las hermanas Sonsona estaba de viaje y el equipo habitual estaba diezmado; y en el caso de la pareja de Calella que quedó segunda en Pineda de Mar dos semanas atrás, este puzzle al parecer les fue algo más difícil. Siempre hay que tener en cuenta que aparte de la rapidez a la hora de montar, todos tenemos nuestras superficies fetiche, y lo que a unos les parece fácil de montar, a otros les puede suponer un mundo. 

El puzzle - de la marca Educa - fue de temática musical, un ámbito cultural por el que respiro prácticamente todos los días, como ya saben los que mínimamente me conocen. La estrategia para encarar el montaje fue la siguiente:

1) Dividir el puzzle en dos partes principales y encargarse cada uno de una de las porciones. Yo me puse con toda la superficie del suelo (a petición de Jimena), y ella con el resto. De nuevo, el mantra de "los bordes primero" fue cuestionado. Ppara mí es evidente que el orden de montaje lo dicta la facilidad de las partes del puzzle.

2) El suelo lo monté construyendo los bordes de las sombras, que definían y dividían partes claves de la superficie. La diferente tonalidad e inclinación de los "minibordes" permitía su fácil situación. Los rellenos no resultaban superficies grandes y presentaban diferencias de textura gracias a la perspectiva, otro truco más para situar las piezas sin mirar la caja. Cuanto más definida sea un objeto representado, más cerca del observador se encuentra, siempre en líneas generales.

3) El resto del puzzle es identificable a base de "minipuzzles", en gran parte: El amplificador, las tres guitarras, los dos discos de la izquierda (uno de Jimi Hendrix, el histórico de 1967 "Are you experienced?") y la estantería de vinilos. Ésta última presenta una dificultad añadida, y es la repetición de un patrón que deslocaliza algunas piezas, pero como se da solamente en algunas partes del minipuzzle y es de una cantidad de piezas abarcable, no trastoca demasiado el montaje. Jimena los fue montando uno por uno, por separado, y cuando se iban acabando, se situaban pegados a mi porción base. 

4) Una vez finalicé el montaje del suelo, entré en la porción de Jimena ayudar en la construcción de los rellenos de la imagen, en este caso los fondos: el armario con ficheros de la penumbra, la zona oscura de la parte superior derecha y la zona sombreada de la esquina superior izquierda. Destacar que al inicio de esta operación, la mitad de los bordes aún estaban sin construir. La prespectiva y las líneas de fuga ayudan a montar subesqueletos más para defenderse de las partes más complicadas.

5) Finalmente, la silueta del joven guitarrista - una reproducción adolescente de Kurt Cobain - salió por eliminación y con la inestimable ayuda del mástil de la guitarra Fender eléctrica, las letras de la camiseta y las botas. Esto y el acabado de las inevitables "zurrapas" del puzzle, que son piezas diseminadas irregularmente que han pasado desapercibidas hasta entonces, fue nuestra última operación.

Para mí no fue un puzzle difícil de montar y además influyó positivamente que soy un fanático de la música y algunos de los elementos puntuales del rompecabezas salían solos, porque los había respirado desde que me dio de lleno la Beatlemania.

Clasificación final:

1) Jimena Gordillo - Alejandro Darias Mateos 51'
2) Meri Quintana - Javier Parra 59'28''
3) Jenny Van Deenen - Susana Pérez Van Deenen 1h 02'
4) Luis Berges - Carlos Fernández 1h 15' 51''
5) Nazareth Peña Garcia - Xavi Peña 1h 22' 33''
6) Montse Sonsona - Maribel Sonsona 1h 23' 45''
7) Pilar Varela - Marta Freixas 1h 35' 17''
8) Sofia Domingos - David Torres Zaragoza 1h 35' 55''
9) Mari Carmen Salas - Fernando Lalanza 1h 38' 32''
10) Julia Aguilar - Isabel Rodríguez 1h 41' 38''
11) Judit Moreno - José María Moreno 1h 47' 18''
12) Erika Prieto - Elena Consoli 1h 47' 53''
13) Alba Navarri - Maite Santamaría 1h 50' 50''
14) Carme Font - Judit Corcoy 1h 53' 40''
15) Miquel Parpal - Mercedes Lara 423 piezas
16) Marta Cadenas - José Luis Ruiz 405 piezas
17) Ana Llanos - Oliver Martínez 378 piezas
18) Anna Suñé - Saray 335 piezas
19) Esther Cano - Yasmina Martínez 327 piezas
20) Ramón Turpin - Julián Vergara 310 piezas 

Felicidades a las santboianas Susana Cañete Gimenez y a Soraya Luna por haber sumado a la Fiesta del Puzzle con otro bebé competitivo recién nacido.
Jimena Gordillo - Alejandro Darias
Loor y gloria
Entorno bucólico
Meri Quintana - Javi Parra
Jenny Van Deenen - Susana Pérez Van Deenen


Luis Berges - Carlos Fernández


lunes, 19 de noviembre de 2018

22. II Torneig de Puzzles Pineda de Mar (4/11/2018)

Domingo 4 de Noviembre, 10:30 de la mañana
Modalidad: Por Parejas




Esquema de montaje
Siento decepcionarles, pero en este concurso, apenas 120 horas después de la Odisea de Hannut, no pasó absolutamente nada extradeportivo, así que no busquen escenas de terror psicológico en la crónica. Los amarillentos, ya pueden ir cerrando el Facebook o dedicarse a mirar al Cabronazi o engendros similares. Los puzzleros, pueden seguir leyendo.

Nunca había conseguido encadenar tres triunfos seguidos en competiciones normales desde los viejos tiempos de los concursos de La Casa Portuguesa en Tenerife a finales de los años 80, y en esta ocasión, tampoco pudo romperse el maleficio. El puzzle escogido para el II Concurso de Pineda de Mar fue de dificultad alta, titulado “La librería loca”, de la marca Ravensburger. La imagen, una mezcla de las escaleras imposibles de Escher y las librerías multicolores que ahora están de moda, era un ejemplo estándar de lo que denomino tipo “collage”. El collage es una técnica pictórica que consiste en aunar elementos heterogéneos en un todo coherente, y en los puzzles no se trata de una excepción. 

El “collage” se distingue de otros tipos de puzzle porque no puede dividirse en los llamados “minipuzzles”, salvo en un porcentaje muy reducido de la imagen, por regla general inferior al 20%. Los mecanismos para resolverlos son mucho menos automáticos que en puzzles con zonificación clara. Pronto se acaban las superficies fáciles y el puzzlero se ve enfrentado al factor que marca la diferencia en un 80% del puzzle restante, lo que da mucha más incertidumbre al resultado final del concurso e introduce más variables inesperadas en el desarrollo del mismo. Las técnicas de resolución de este “collage” pueden resumirse en los siguientes pasos:

1) Salvo que los bordes sean de color uniforme, hay que montarlos porque necesitarás el marco de referencia para situar geográficamente los elementos. En este caso se pueden construir con relativa facilidad.

2) Identificar los escasos minipuzzles, en este caso, las zonas de luz amarilla, los arcos de sillares, la balconada al cielo azul nocturno y las tres superficies lisas terracota correspondientes a paramentos de escaleras.

3) Identificar los hitos del puzzle. Denomino “hitos” los minipuzzles de dos o tres piezas que destacan claramente de la amalgama de formas general. En este puzzle, los hitos son muchos de los libros de color chillón o poco usual respecto al tono general y los personajes extraños que pueblan la imagen.

4) Considerar el montaje de parejas de piezas como una labor de desgaste, lo que Cristina López llama “la guerra de guerrillas”. Cada pareja es un éxito pequeño que lleva al triunfo final.

5) Situar todos los elementos construidos dentro del marco, a pesar de no estar engarzados entre sí. Para ello se deberá mirar la imagen de forma habitual, algo que en puzzles convencionales no es necesario.

6) Identificar los dos elementos que forman parte del esqueleto interno del puzzle: las barandillas de las escaleras y la librería vertical. Es cierto que al tratarse de un puzzle Ravensburger en el cual no se puede dilucidar el ángulo real de las barandillas porque no se pueden dividir las piezas en horizontales y verticales, el intentar montar ese esqueleto puede ser contraproducente en una fase temprana, pero las dos franjas rosa verticales sí son identificables.

7) Identificar texturas según la dirección del despiece. En este puzzle, las piezas oscuras se sitúan en la franja de 1/3 superior, y algunas paredes rojizas son identificables también por el rayado vertical.
Como puedes ver, son muchos los caballos de batalla a tener en cuenta en un collage, pero el principal es la paciencia. Durante los primeros 45 minutos del puzzle parece que no se esté montando apenas nada porque todos los grupos de piezas están atomizados, pero nada más lejos de la realidad, porque llega un momento en el que se pasa de ocupar espacio libre a rellenar huecos.


Evidentemente todo esto es la teoría y es de cierta utilidad para no divagar durante el montaje, pero por suerte en un campeonato no basta con saberse la teoría e influyen muchos más factores. En mi caso, hoy realmente notaba cómo no rulaba excesivamente fino y de hecho unos bordes bastante sencillos de montar me constaron más de la cuenta. Por ello considero el tercer lugar un buen resultado porque significaba de nuevo estar en el pódium de una entrega de premios. Es importante recordar que aunque sepamos que otros participantes puedan haber acabado antes que nosotros, tenemos que seguir dándolo todo para acabar lo mejor posible. Evidentemente eso es más fácil cuando aún hay premios en juego, pero debería afrontarse una prueba siempre así.

Volviendo al concurso, la clasificación final fue la siguiente:

Campeonas: Pilar y Maribel Sonsona (1 h 13 min)
Subcampeonas: Jenny y Susanna (1 h 15 min)
Terceros: Pilar Varela y Alejandro Darias (1h 22 min)
Cuartos: Né Traoré y Quim Faig (1 h 24 min)
Quintos: Jimena Gordillo y José Luis Ruiz (1 h 25 min)
Sextos: Meritxell Quintana y Javier Parra (1 h 30 min)
Séptimos: Alba Navarro y Ramón Turpin (1 h 37 min)
Octavos: Nazareth Peña y Javier Peña (1 h 40 min)

Parecía que ahora tocaba parón invernal hasta casi la primavera de 2019, pero dentro de un mes, a falta de confirmación oficial, habrá nuevo certamen Por Parejas en Sant Boi de Llobregat. 

La Fiesta del Puzzle sigue creciendo. 
Campeonas
Segundas
Terceros

21. Las 24 Horas de Hannut (27-28/10/2018)

CRÓNICA DE UNA ODISEA ANUNCIADA

VIERNES 26 DE OCTUBRE

Lovaina
¿Cuántas posibilidades hay de que a una persona le toque pagar dos compras de supermercado de 6,66 € cada una?

¿Y si esas compras se producen en el espacio de una semana?

Confieso que me he planteado muchas cosas trascendentales durante el transcurso de este viaje tan accidentado para disfrutar de Otra Gran Fiesta del Puzzle. El doble 6,66 me asaltó impunemente en los últimos días desde dos cajas registradoras independientes de dos colmados distintos. No hace falta ser matemático para calcular la ínfima probabilidad de que algo así suceda.

Verán: Existe una película llamada "Destino final", en la cual al joven protagonista se le cruza un coche auxiliar de pista de aeropuerto con el número de serie 666. Tiene una visión del futuro y se baja del avión que tenía que coger de Nueva York a París. El avión se siniestra nada más despegar mientras la canción de John Denver "Rocky Mountain high" suena por megafonía. Para los no iniciados, el 666 suele ser relacionado con el Anticristo y con acontecimientos apocalípticos.

Las coincidencias eran evidentes, y me dirigí al Aeropuerto del Prat con cierta inquietud más allá que la de dejarme alguna luz encendida en casa. Para empezar, una hora y cuarto de retraso en el despegue. Ya en el aire, imaginaos cómo me tomé unas turbulencias a mitad del vuelo entre Barcelona y Bruselas. Afortunadamente, la música siempre me sale al rescate y recordé la canción “You and me” de The Moody Blues, en la que Justin Hayward canta “What will be your last thought?”. Mis ojos se fueron al bestseller de Anxo Pérez “Los 88 peldaños hacia el éxito” y mi último pensamiento fue el del peldaño 89, que me iba a mandar al Cielo. Por lo menos, había dejado todo el trabajo terminado en el despacho y ningún cliente reclamaría a mis herederos asuntos pendientes. Eso sí, me inquieté de nuevo cuando recordé que tenía bastantes facturas sin cobrar.

Pero el avión aterrizó sin incidentes, y algo más aliviado por conocer que disponía de tres días de prórroga hasta el vuelo de vuelta, me instalé después de un salto de tren en el ya habitual Getaway Hotel de Leuven. Allí, encerrado a causa de una lluvia torrencial, decidí compartir la experiencia del 666 en Facebook, pero borré mis impresiones al escaso minuto de haberlas publicado. Sólo el compañero René Corona fue testigo de ese post fantasma y le dio un like. Si lee este post, cancelará su cita con el oculista o con el psiquiatra por ver visiones. Me congratulo de ello. Pasé la tarde de diluvio escuchando a Los Fresones Rebeldes, con la esperanza de que el encargado de la música de "Las 24 horas" en el Marché Couvert de Hannut no radiase a John Denver el día siguiente. 

Una vez desaparecida la lluvia y aún con el olor a adoquín mojado, decidí salir fuera a cenar. Me encontré sorpresivamente con el equipo “Puzzle & Beer” al completo en el ascensor. Ni que decir tiene que el sitio de condumio estaba ya decidido de antemano, un italiano de nombre “Ciao Italia”, en el cual resolvimos el mundo un poco más. Con esa dosis de normalidad conseguí olvidar el mal fario del Número de La Bestia y concentrarme en el mañana.

SÁBADO 27 Y DOMINGO 28 DE OCTUBRE

El día amaneció con una sorpresa tremenda. Dos de nuestros compañeros del equipo “Mafia latina”, Gonzalo Vera y Vanesa Iglesias, se quedaban obligatoriamente en Madrid por una huelga de handling de la empresa AVIAPARTNER del aeropuerto de Zaventem en Bruselas. Esto provocó también el colapso del equipo español “La última pieza”, con las bajas de Silvia Hernández y de Carmen Hermida, que veían desde la capital de España cómo volaban sus ganas de pasárselo bien con el colectivo puzzlero más selecto. Hubo gabinete de crisis y se decidió con total unanimidad fusionar los equipos “Mafia Latina” y “La última pieza”. No fuimos los únicos perjudicados: a Lale de La Coba y Nacho (el autor del blog 6000 piezas y más), otros dos integrantes de “La última pieza”, los desviaron a París y desde allí tuvieron que alquilar un coche para llegar a Bélgica. A Pilar Varela, Jimena Gordillo y José Luis Ruiz, que se tenían que reunir conmigo por la mañana con la limousina rentada, los enviaron al aeropuerto de Charleroi (al sur de Bruselas), y todavía gracias que no los dejaron plantando alcachofas en la huerta de El Prat. Y a Dulce María, que participaba con el equipo “Encajados”, tales fueron las ganas de concursar que no se conformó con quedarse en tierra y se compró a precio de oro otro billete a Bruselas. Esto es afición. 

Con los equipos recompuestos tras mil cruces de Whatssaps y llamadas, pudimos emprender marcha desde Leuven hacia Hannut y entramos en la normalidad de cada año: comida italiana en el Giuseppe, asalto al Carrefour en busca de provisiones, encuentro con Günther Simetsberger (en el mismo cruce del año anterior), preparación de la mesa de puzzleo y debate de las tácticas a seguir. Es difícil hallar un sistema que contente a todo el mundo y por ello quizá se optó por una solución inicial de “un cuarteto, un puzzle”, también influidos porque realmente no habíamos previsto que “Mafia latina” hubiese tenido cambios en la alineación. En principio, yo había propuesto dividir los tiempos de manera matemática con equidad siguiendo el esquema 1234, 2345, 3456, 4567 y así sucesivamente, pero este sistema también tiene pegas, ya que no contempla atragantamientos de puzzles, que siempre, siempre se producen, como ocurriría en el tercer puzzle de los perros. El resultado final obtenido fue francamente bueno: Puesto 19 de 128 participantes con 9459 piezas encajadas, mejorando el resultado del año pasado en casi 1000 piezas. Tres equipos rusos quedaron en los tres primeros puestos, entre ellos el “Siberian Team” del “Patrocinador”, que metieron 19682 piezas, una marca realmente de otro planeta. Es cierto que tienen un nivel de disciplina espartana y milimétrica, con los puzzles previamente ensayados varias veces y sistemas de clasificación internos para integrar el primer equipo, pero eso no quita que son muy buenos. Quizás la solución sea aprovechar el formulario de sugerencias que entregaron a cada equipo. Por ejemplo, las mías serían:

- Puzzles inéditos para que el campeonato sea puro. Como ya sabéis, el montaje previo de un puzzle supone reducir un 10-20% el tiempo de construcción.
- Mejor control en los finales de los puzzles. Siempre se pierde tiempo yendo a buscar a un validador, que por la Ley de Murphy, está en el quinto pino.
- Mejor iluminación en algunas mesas alejadas de los globos brillantes. El flexo ayuda pero perjudica en forma de reflejos.
- Y sobre todo, derecho a inscripción de los 50 mejores equipos para evitar que combos competitivos se quedasen fuera y otros pasasen la noche durmiendo, con la mesa vacía (llegué a ver una mesa con un puzzle a medio montar e instrucciones para los reemplazos escritas a mano).

La ludoteca este año tenía una maquinita nueva, una especie de pinball sin flippers de aquellos llenos de agujeros. ¡Y funcionaba muy bien, teniendo en cuenta que estaba hecha completamente a mano! Una maravilla. Este año tuve por fin la oportunidad de ver dos conciertos, dado que nos alternábamos cuartetos en cada puzzle: El de un grupo de música de raíces de las 21:00, con una destreza musical impresionante de dos violinistas, cello, guitarra rítmica y piano; y un dúo de viento que a la hora de comer del Domingo interpretaba de una manera muy suigéneris clásicos del rock como “Another one bites the dust” (Queen), “Hotel California” (Eagles), “No surprises” (Radiohead), “Money” (mis queridos ¡¡Pink Floyd!! de nuevo) y lamentablemente también alguna concesión a la vulgaridad extrema como el Waka waka. 

Mientras una parte de “Mafia Latina” estaba montando el puzzle de 1500 que iniciaba el temido “Tourmalet” (la triada de rompecabezas de 1500-2000-1500 que los organizadores sitúan estratégicamente para hachar la competición), decidí aprovechar mi turno de descanso para ir a dar una vuelta por Hannut a pie, a eso de las cinco de la madrugada. Lo único que hice fue mirar precios de casas y de pisos y constatar la cantidad de coches que había en las inmediaciones con el motor en marcha, seguramente con concursantes dentro durmiendo (u otra cosa) y disfrutando de la calefacción, que con el vehículo apagado no es posible encender. Me encontré con algún probo trabajador que seguramente debió mosquearse al ver a un sujeto sin prisa merodeando por las afueras del pueblo. Fue el último rato libre que disfruté, porque a partir de las seis de la mañana me tocó estar finalizando el mencionado 1500 y participar en el montaje del 2000, que se prolongó hasta casi las 13:00 horas. Otro Hannut en el que me quedo sin desayunar y tengo que recuperarme a la hora de la comida, con lo cual, el sopor post-condumio es tremendo. Ni me enteré de la entrega de premios porque estaba durmiendo en la ludoteca. De hecho, no sé cómo llegué de nuevo a mi hotel en Leuven. Eso sí, el indignante 5 a 1 del Barcelona al Real Madrid me quitó el sueño de golpe.








 

LUNES 29 DE OCTUBRE

Y cuando esperábamos todos que el Lunes fuese ocupado por la tradicional visita a Bruselas para pisar la Grand Place, el Museo de Tintin y asaltar los tenderetes de gofres – incluso saludar el ascensor asesino del Párking de Cervantes -, un mensaje de cancelación del vuelo de regreso me sacó de la ensoñación matutina producto de la satisfacción del deber cumplido. 

Tras cancelar atropelladamente todas las visitas profesionales del día siguiente Martes, hubo gabinete de crisis de la expedición catalana de “Mafia Latina” en un PizzaHut de Leuven. Se desecharon todas las opciones siguientes:

1) Volver en coche alquilado, 1200 € más el cansancio de semejante viaje de 1350 km aún con tres conductores. Y con previsión de lluvia. El 666 se relamía.
2) Ir en tren a Alemania y volar a Barcelona, 500 € y añadir dos variables nuevas impredecibles a la ecuación. Caldo de cultivo para la Ley de Murphy.
3) Volver en tren a BCN: Caro y con transbordos incómodos
4) Cambiar de vuelo, hasta el Jueves 1 de Noviembre (día de Todos Los Santos Pacientes), ninguno disponible. Puestos de trabajo en la picota por tomarse acueductos y clientes perdidos.
5) Volver caminando, un mes y medio de tiempo: muy enriquecedor, pero inviable por la pérdida definitiva de tres puestos de trabajo y de diez pares de zapatos, y del desplome en bolsa de mi empresa
6) Comprar una casa en Hannut en multipropiedad por 70.000€ (precio local que constaté en mi estudio de mercado de madrugada) y alquilarla a los equipos rusos en las sucesivas 24 Heures, con un periodo de amortización de 150 años.

Por ello, decidimos regresar a casa en autobús. 20 horas de viaje a un precio razonable de 90 € por cabeza. Viaje incómodo a no más poder, pero con un retraso real de 14 horas respecto a la llegada prevista de Lunes a las 19:00. También podíamos montar "Les 20 heures de puzzle de Autobus" en el pasillo del mismo transporte, porque disponíamos de parte de los puzzles del concurso. 

Pero el viaje de vuelta...

Vaya viaje de vuelta.

A dos horas de nuestra salida de Bruselas a Barcelona, y en un lugar indeterminado junto a la frontera francesa, paramos en una estación de servicio para descanso del conductor. Allí me enteré de la destitución de Lopetegui como míster del Real Madrid. Fer, la próxima vez en Hannut no te pongas la equipación del mejor club del mundo antes de jugar contra “los otros”. Nos reincorporamos a la autopista y nos pilló un atasco de una hora. No constaté nada anormal cuando se disolvió salvo un insignificante cuello de botella por inutilización de los dos carriles de nuestra dirección de la autopista, por tanto, debieron ser los seguidores de fútbol blaugrana en manifestación que estaban viendo una luz a la esperanza tras años de dominio blanco con mano de hierro y querían que Lope siguiese. Mourinho, te esperamos.

Y sólo con un cuarto de hora de normalidad circulatoria, otro cuello de botella más por cambio de carretera y otro retraso considerable. Yo pensaba que tras vivir que me tardasen en servir tres horas un pescado con pimentón en un restaurante de El Puerto de La Cruz, ya no me podía sorprender nada más. Pero el plato fuerte llegó a las 20:00 horas, cuando el autobús se detuvo en una estación en Luxemburgo. Pensábamos que era una parada para hacer pipí, pero casi nos hacemos popó todo el pasaje. Entraron policías en el convoy y a algunos nos sometieron a un interrogatorio de tercer grado. Dónde iba, de donde venía, que había hecho, porqué era del Real Madrid, dónde estaba mi billete...No resistí la presión y dije que iba acompañado de cuatro puzzleros más que tenían mi pasaje en pdf, y que si me metían en la cárcel, ellos venían conmigo por cómplices. Ni me escucharon. Nos hicieron bajar a todos los pasajeros del bus. Un velociraptor retriever de color blanco antidroga se tiró encima de nuestros equipajes. Le dije a un gendarme que "la vida se abría camino" y me contestó que "no ha dicho la palabra mágica", y que si no la adivinaba iba de cabeza a la cárcel. ". Por fin pronuncié la palabra “Mbappé PSG” y el fulano sonrió. Tras algunos saltitos del velociraptor alrededor de un joven con pinta de grifiento, apartaron al dinosaurio, le dieron una croqueta y al sospechoso lo aislaron. Nos hicieron subir al resto de personas al bus y a un gendarme con ganas de justificar su sueldo le dio por registrar la mochila de Jimena, llena de puzzles, después de preguntarle también de dónde venía. Recordé entonces la escena del bus de “Cortina Rasgada” y deseé que Herr Jakobi tuviese éxito y convenciese a los gendarmes de que los españoles no éramos malos, aunque les ganásemos en todos los deportes. Cuando Jimena dijo "We come from Hannut, a puzzle competition" el policía constató la triste verdad, que estábamos locos de remate. Suerte que los puzzles eran de la marca Jumbo sin división de bolsas, que si ven algún Educa con varias bolsas, se piensan lo peor y dormimos todos en gendarmería, con el agravante de que esa noche no podría haber computado como gasto de hotel para realizar las reclamaciones a las compañías aéreas por la cancelación del vuelo.
En la siguiente parada en Dijon para estirar las piernas, no me atreví a alejarme mucho del autobús porque en vista de todos los disparates acontecidos, sólo habría faltado que me sucediese lo que estuvo a punto de ocurrirme en el viaje de ida al Campeonato de España en Madrid de 2018, en el que me metí en el bus equivocado en la estación de servicio en un lugar indeterminado entre Guadalajara y Calatayud. Solamente cuando vi que mi sitio estaba ocupado por alguien que no era yo, caí en cuenta de mi espantoso error y me salvé in extremis de no acabar en algún lugar entre Cuenca y Tragacete. Por tanto, no tenté a la suerte, no fuese cuestión de que acabase siendo ingrediente de algún frasco de mostaza.

Ya de madrugada, cuando estaba desesperado por conciliar el sueño – dormir sentado en un asiento de autobús es para mí imposible -, el conductor, sin mediar explicación alguna, se metió por una carretera secundaria que comenzó a dar vueltas alrededor de un macizo de montañas. Me asomé a la ventana y divisé el precipicio, negro como nuestro futuro. La gente no chillaba, esperaba tranquila su destino. Tampoco estaba nervioso, esperaba por fin el cumplimiento de la profecía. Pronto sentí como las ruedas traseras flotaban en el aire, pero en un alarde de destreza el conductor precipitó el convoy por una cuesta abajo a una velocidad vertiginosa. Al fondo, un caserón iluminado con luces de neón y cúpulas de ladrillo vidriado. Fue un milagro que el autobús, con las llantas quemadas por los frenos, emitiese su último suspiro antes de quedar a un escaso metro de la pared del edificio luminoso. La puerta del edificio se abrió y los Eagles, con el difunto Glenn Frey a la cabeza, nos cantaron “Bienvenidos al Hotel California”. Fue entonces cuando me di cuenta de la delgada línea entre el sueño y la realidad. La vida es sueño. Jean-Luc o Kamin.

Por supuesto, entre tanto incidente, real o soñado, la estadística indicaba que el resto del periplo iba a ser tranquilo. El amanecer nos saludó en Perpiñán, la última parada para hacer pipí fue en Figueras, y por fin, a las 11:15 de la mañana del martes, el bus nos dejó en la Estación de Sants, mítico lugar en el cual se iniciaron los campeonatos multitudinarios de puzzles en España. Nada ocurre por casualidad. Se cerraba el círculo. 

Más tarde, nos enteramos de que la ristra de calamidades se prolongó más allá de las fronteras. El equipo “Puzzle & Beer”, con la integrante Sandra con muletas, tuvo que meterse un periplo de dos transbordos en tren hacia Düsseldorf (¡en Alemania!) y de allí, coger un avión hacia Madrid, con la sangría económica consiguiente. Lale de La Coba y Nacho se equivocaron de hotel y llegaron fuera de la hora del cierre al correcto cuando estaba más desierto que el puesto de Gucci en la planicie de Marfa. Günther Simetsberger se quedó sin gasolina por evitar los carísimos combustibles teutones de vuelta a Austria, y tuvo que hacer tres kilómetros con el bidón a cuestas. El mentor de los World Puzzle Days está hoy en día con piedras en el riñón producto del esfuerzo. Dulce María solamente pudo regresar a Madrid el Miércoles por la mañana, y el dueño de la tienda Dr. Panush, Luis Castro, en vista de que no regresaría a Galicia hasta el Jueves con las molestias impresionantes que esto le causó en su negocio, empezó a mandarnos fotografías de vasos de cerveza con una actitud digna de moral y se fue a Amsterdam a fotografiar la bicicleta roja del puzzle de 3000 piezas. Os habéis ganado el cielo todos.

Gracias, Fresones Rebeldes por haberme salvado la vida. No es que me emocione este amanecer, es que es el primero que me fuisteis a ver.

A ver ahora quién es el guapo que va a Pineda de Mar este Domingo...

domingo, 7 de octubre de 2018

20. I Concurs de Puzzles Súria (7/10/2018)

Lugar: Plaça del Poble Vell
Hora: 10:00
Modalidad: Por Parejas a contrarreloj, 500 piezas
Parece que este año estamos de estrenos en concursos puzzleros, y esta tendencia continuará en Cataluña, por lo que llevo escuchando en bambalinas. Para mí es un enorme placer ser testigo directo de cómo va creciendo el interés por la competición puzzlera con cada vez más incondicionales que saltan por diferentes pueblos en busca de su pasión.
Suria es una población del interior de Cataluña, situada diez kilómetros al norte de Manresa y a 80 de distancia de Barcelona, siempre que se eviten los peajes. La urbe fue puesta en el mapa por la cantante Beth Rodergas, aquella participante de las rastas de la segunda edición de Operación Tufo que llegó a representar a España en Eurovisión. Para los puzzleros, ha vuelto a ser situada en el mapa por otro asunto mucho más importante, el Primer Concurso de Puzzles Por Parejas, celebrado en pleno casco antiguo, en una plaza rodeada de edificios de centenares de años de vida. 
Pese a que el otoño ya había enseñado la patita sin enharinar, y ni los siete cabritillos se habrían tragado que la ovejita del verano era la que tocaba la puerta, representé una mezcla del papel de Caperucita Roja y el Cabritillo Nº 1, y fui en shorts y camiseta de manga corta a poner piezas a contrarreloj a un recinto casi con sombra permanente y a una media de 14-15 grados de temperatura. Fue salir del coche de un aparcamiento cercano y darme cuenta del craso error cometido. Lo más chistoso del caso es que llevaba pantalones largos “porsi”, o sea, por si hacía frío. El vehículo se convirtió en improvisado vestuario y al parecer sufrí el efecto Supermán, porque salí de allí con otros pantalones y con energías para hacerlo bien, después de la kriptonita del tiempo.
El concurso, al que se apuntaron 18 parejas (el lleno del recinto), se resolvió de nuevo por un significante margen de dos segundos, un hecho que ya empieza a ser habitual en muchos concursos y que es un placer para el espectador, para los concursantes, y el terror de los organizadores. Pilar Varela y yo, habitual dúo competitivo en Cataluña, nos impusimos con 42 minutos por una pieza de diferencia a la pareja andorrana de Meri Quintana y Javier Parra. Tal vez por haber tardado un segundo menos en abrir la caja con la bolsa, o seguramente por no haber mirado como iban los rivales. La pelota pudo haber caído en un lado u otro de la red, después de haber estado paseándose por el borde del abismo durante decenas de minutos. Las hermanas Pilar y Maribel Sonsona quedaron terceras, a continuación finalizaron Jimena Gordillo y Jose Luis Ruiz Ludeña y quintos fueron Nazareth Peña Garcia y su hermano.
La estrategia utilizada fue muy sencilla. Pilar se encargó del marco y de los dos o tres sub-marcos interiores y yo ataqué la parte de las letras, uno por cada lado. Cuando ambos trozos estuvieron más o menos finalizados, se hizo una labor algo molesta pero necesaria a la que denomino “la operación quirúrgica”, por el extremo cuidado con el que se debe realizar. Abrimos el borde superior cual compuerta de ferry, y entró el camión montado por mí. Cerramos la compuerta y ya con la imagen más o menos compuesta, nos dispusimos a rematar la parte que llamo como “el mortero entre los ladrillos”, considerando a los ladrillos como las dos primeras partes definidas y montadas en primera instancia, y al mortero como ese espacio indefinido y poco clasificable que constituye el resto del puzzle”. En la imagen grafío la estrategia para mejor comprensión de la misma. Destaco que en momentos de duda me dediqué a tararear alguna cancioncita, ya que me acordé de lo que contaba Fernando Alvarez-Ossorio Garcia de Soria en una entrevista en el reportaje de AEPUZZ “¿Qué es ser puzzlero?” En definitiva, estuve con el clásico de Genesis “The carpet crawlers” durante buena parte del montaje, emulando al Ruso, y mascullando sin parar la inolvidable frase “tienes que entrar para poder salir”, una filosofía de la vida misma.

En el viaje de vuelta a Barcelona, constaté que la C-55 es una de las carreteras con mayor número de impresentables al volante de España, con gente que adelanta por el carril de aceleración y otros que van a ritmo de tortuga por la autopista y cuando les pasas a velocidad reglamentaria, se cabrean, aceleran a 40 km por hora más y comienzan a perseguirte. Tendré que empezar a pagar peajes para evitar a esta chusma.
La siguiente parada será la tour de force de las 24 horas de Hannut en Bélgica durante los días 26 y 27 de Octubre, a la que llegamos en buena forma y dispuestos a conseguir una buena clasificación.



sábado, 15 de septiembre de 2018

19. I Concurs de Puzzles Sant Vicenç dels Horts (15/9/2018)

MODALIDAD: Contrarreloj Por Parejas, puzzle 500 piezas

Las hermanas Sonsona Torrent se estrenaban como organizadoras en una prueba celebrada en su pueblo natal, en el marco de las fiestas anuales del barrio antiguo. Se trataba de una competición contrarreloj con un puzzle de 500 piezas de la marca Educa, titulado “Perro bañera”, que después del evento supe que había sido el escogido en el Concurso de Alcalá de Henares de mediados de Julio. Lleno total de inscrpiciones, con 30 dúos dispuestos a lo largo de la calle semipeatonal Mossén Josep Duran, bajo un seguido de carpas para anular posibles sorpresas atmosféricas de verano tardío. El famoso plan B que hay que tener en todos los concursos. Aparte de un servidor con Pilar Varela, estaban Jimena Gordillo con José Luis Ludeña, las dos parejas andorranas de Javier Parra y Meritxell Quintana y Sofía Domingos y David Zaragoza, los gerundenses Né Traoré y Quim Faig y la manresana Alba Navarro.

Dice mi esposa que cada vez que toca un puzzle de un perro gano, y esta vez no fue la excepción. Quizás sea por la atracción especial que siento hacia los canes, cuanto más grandes, mejor. Y quizás porque el perro de la imagen del puzzle era faldero, el final fue de auténtico infarto, con las tres parejas primeras del ranking prácticamente igualadas en la velocidad del montaje. Como el puzzle era de poca dificultad y se montaba relativamente poniendo piezas una detrás de la otra, “al toque”, como se dice en el ajedrez, era muy complicado para todos marcar diferencias en las zonas fáciles del rompecabezas, que suponían casi el 80% del mismo. Veamos:

- Pato, flor de la bañera, jabón, letras = montaje instantáneo
- Borde bañera= montaje muy rápido
- Resto de bañera= montaje rápido porque el color está gradado y hay unos bordes muy marcados
- Moldura del rodapié= montaje rápido
- Perro: montaje rápido

Por ello, con una escasa media hora transcurrida, solamente restaba el fondo rojo del papel pintado, y allí se iba a decidir todo, porque el montaje no era en absoluto evidente. Nosotros (Pilar y yo) decidimos no comenzar este puzzle por los bordes, pero al llegar a enfrentarnos a la hora de la verdad del rojo, sí que se hizo imprescindible armar el marco del fondo faltante para tener las máximas referencias a la hora de construir una zona lisa. Recordad que cuando tengamos más huecos de referencia gracias a piezas montadas, mejor podremos situar las piezas restantes. Por otra parte, había dos intensidades diferentes de rojo, lo que convirtió en un grupo de 70-80 piezas la zona crítica, de las 130 faltantes. Y para este montaje no había más remedio que dividir en horizontales y verticales de manera ordenada, e ir fijándose en el tipo de salientes en los huecos con más lados definidos. Y juntar los pares de piezas embarazadas, características del patrón de Educa. Picar piedra, vamos. Yo recomiendo en este tipo de finales tan farragosos conservar la calma (esto es fundamental, empezar a probar a lo loco no conduce a nada) y no salirse del método de reducir las incógnitas al máximo posible, es decir, ir a resolver los huecos más fáciles, no liarse con una pieza con sólo un lado de referencia salvo que el saliente sea muy raro.

Sistematizo el proceso de montaje de zonas lisas:

1) SITUAR BORDES
2) FORMAR PARES DE PIEZAS DE EMBARAZADAS O PIEZAS QUEBRADAS
3) ORDENAR EN REJILLA LAS PIEZAS POR VERTICALES/HORIZONTALES (EDUCA) O NÚMERO DE SALIENTES, SI NO ES POSIBLE (RAVENSBURGER)
4) MONTAR SIEMPRE LOS HUECOS DEFINIDOS POR MÁS ARISTAS O UN SALIENTE MUY RARO 

Pili y yo acabamos primeros con 43 minutos y 43 segundos, pero con Jimena y José Luis acechando a rebufo con 44 minutos 49 segundos, y con Meri Quintana y Javi Parra con 45 minutos exactos. Casi de infarto. Fijaos que el 20% del puzzle ocupó el 33% del tiempo en todos los casos, y el 80% del resultado final. El Principio de Pareto en su expresión puzzlera.

Agradezco efusivamente a las hermanas Sonsona Torrent la gran organización, y espero que esta prueba tenga continuidad durante muchos años. La última estación antes de Hannut 2018, en la población catalana de Suria, el 7 de Octubre. Otra contrarreloj por parejas de un puzzle de 500 piezas.

domingo, 5 de agosto de 2018

18. Concurs de Puzzles Festa Major Sant Esteve Sesrovires (27/7/2018)

Me estrenaba en este concurso enmarcado en el programa de la Festa Major de Sant Esteve Sesrovires, un pueblecito del interior de la provincia de Barcelona, cerca de Martorell. Este certamen lleva ya 23 ediciones y, si no estoy mal informado, es el más longevo de toda Cataluña. La modalidad era Por Parejas, montar un puzzle de 500 piezas a contrarreloj, con la curiosidad de que durante la primera media hora, no se disponía de imagen de referencia.

Segundo puesto con Pilar Varela.
Podium:
1. Isabel / Pilar Sonsona Torrent 48'
2. Pilar Varela / Alejandro Darias Mateos 52'
3. Jimena Gordillo/ Jose Luis Ruiz Ludeña 59'

El puzzle, que yo titularía "Selfie de una mariscada", no fue tan complicado como en principio parecía. Tras las zonas automáticas de pececitos de colores y algas, la clave fue montar todo el agua antes que los cetáceos y escualos y, al contrario de lo que parecía, construir el borde en el primer proceso, precisamente para mojarse con el agua con más piezas de referencia. Pilar Varela, que como ya sabéis muchos lectores, es una de las organizadoras del Puzzle Viajero en España y también tuvo la idea de montar un concurso en su localidad de residencia, Viladecans, fue mi pareja puzzlera en esta ocasión. Ya acumulamos cuatro participaciones en el último año: (Andorra 2017, Puzzlemanía 2018, Manresa 2018 y ésta), y a medida que sumamos minutos de vuelo, cada vez hace menos falta indicarnos lo que hay que hacer, ya que tenemos un piloto automático. Las favoritas volvían a ser las Hermanas Sonsona Torrent y revalidaron sus entorchados, pero esta vez nos acercamos a cuatro escasos minutos (más o menos una distancia de 75 piezas), así que no se descuiden, porque allí estamos esperando para cogerlas.

Ahora, hasta el 15 de Septiembre en Sant Vicenç dels Horts, que se estrenará otro concurso organizado precisamente por las hermanas Sonsona, me tomo otro periodo de descanso puzzlero en competición con el propósito de trabajar duramente en un proyecto puzzlero personal que lleva muchos meses en marcha y del que pronto conoceréis detalles.

17. IX Campeonato de España de Puzzles (26/5/2018)

Prueba individual

Prueba por parejas
Los caminos inescrutables del destino hicieron que la Final de la Champions entre el Real Madrid y el Liverpool coincidiese con la cita puzzlera más importante a nivel español (y un referente mundial por antonomasia). Por ello, el día anterior al campeonato, pedí permiso al jefe para tener libre ese día. Me lo concedí y después de siete horas de autobús haciendo de David Vivancos Allepuz corrigiendo textitos de mi autoría que algún día verán la luz, me planté en el barrio de Chueca con el tiempo justo para dejar en el hostal la maleta y los puzzles de trapicheo, y volé al Santiago Bernabéu para rendir pleitesía al Real Madrid en el Tour. Fue una tarde inolvidable, en la cual una azafata nos dijo a un grupo de personas que no nos entusiasmásemos con las pantallas interactivas de los jugadores históricos o no llegábamos ni a ver el palco. Claro, me puse a admirar a Butragueño, Camacho, Santillana o Breitner y el tiempo se paró. En otra parte de la sala de trofeos estaba expuesta la Duodécima y me ofrecieron hacerme una foto. Rehusé sin casi mirarla, siguiendo la tradición de los supersticiosos. Finalmente, pasé por otra sección en la cual ofrecían otra foto (fotomontaje, más bien) con un jugador a escoger. Elegí a Luka Modric, pero ni me atreví a ver el resultado a la salida, así que en alguna base de datos de algún servidor, existe una fotografía mía con el mejor centrocampista de los últimos tiempos, y uno de los mejores de la historia. Para rematar el día, viraje hacia la Plaza Mayor con tormentón de verano sorpresa, pero el bocadillo de calamares de la Calle Botoneras me reclamaba.

El día del Campeonato Nacional de Puzzles suele pasar como una exhalación y esas doce horas que consumes con inusitada rapidez y por las que muchos esperan meses, suelen dejar un poso de aperitivo que normalmente sólo se puede saciar con más concursos. Me he permitido la licencia de explicarlo con un cálculo sencillo. Imagínate que hay cincuenta personas con las que hablas normalmente y que no ves durante el año. Tienes nueve horas para tratar con todas ellas, es decir, 540 minutos, lo que salen a poco menos de 11 minutos por persona. El elevator speech haría furor en estos eventos, de hecho, a veces tengo la impresión de estar en un evento de networking en donde todos los postulantes estamos algo tocados del ala por los puzzles.

Refiriéndome al campeonato, en la prueba individual mis sensaciones durante la misma fueron muy buenas. Prácticamente sin titubeos, con una correcta velocidad de crucero, el puzzle de 500 piezas planteado fue ejecutado en un tiempo a la altura de actuaciones de los dos años pasados, en los que no fallé en el top-ten. Incluso diría que la actuación de este año superó a ambas, pero me tuve que conformar con un puesto 14 de 283 participantes, ya que, como he mencionado en otro hilo, este año ocho de las mejores puzzleras de Europa (seis rusas y dos checas) participaban en masa. Mi opinión es totalmente a favor de la universalización del concurso siempre que se le cambie el nombre a "Campeonato Internacional de Puzzles de Madrid" y que incluso pueda plantearse como una prueba con carácter de Mundial, cuyos ganadores sean Campeones del Mundo. Habrá que plantearlo en la junta anual de AEPUZZ.

La prueba por parejas de la tarde, que disputé con la ibense Soraya Pérez Carayol, fue diferente. El objetivo era plantarse en el top tres debido a que en 2016 quedamos octavos y en 2017, quintos, superando a algunas parejas contrastadas, pero tres motivos hicieron que por un escaso segundo (como le pasó a Apollo Creed en el segundo combate con Rocky Balboa) no entrásemos en el top diez. Puesto 11 de 290 participantes. El primer motivo, que ambos sufrimos bloqueos inesperados en imágenes que a priori se nos daban bien. Sólo se solucionaron cambiándonos de sitio, un sistema que trato siempre de evitar a toda costa y que solamente funciona como último recurso. El segundo, pero previsible, que las cuatro parejas rusas se colaron arriba. Y el tercero que sí dolió más, fue el tumulto que se organizó alrededor de la mesa de Cristina López y Rocío Escribano, flamantes campeonas de este año desbancando la hegemonía de Angel Heras Salcedo y Demelza Becerra. Compartíamos mesa con ellas y cuando estaban próximas a finalizar, la invasión de gente provocó empujones, desconcierto y desconcentración. De hecho, hubo un momento en que me enfadé tanto que actué como un futbolista al que no paraban de pegar, lanzando el codo al vacío que impactó en algo blando. En fin, estas cosas cada año pasan y también tendrá que plantearse alguna solución para evitarlas, porque estoy convencido de que perdimos dos o tres minutos por este tumulto.

Finalmente, después de la entrega de premios, obvié el sorteo de puzzles y fui como un poseso al hall del Hotel Novotel - sede del concurso, recuerdo - para ver en pantalla gigante la Final de la Champions. Ciento cinco minutos después, el madridismo salía a la calle de nuevo y por primera vez en mi vida, me dirigí a La Cibeles a rendir pleitesía a la Diosa. Como otra nota anecdótica, llevaba encima el puzzle que la pareja de rusas que quedó un segundo por encima de nosotros me regaló en un acto enorme de deportividad. El acceso a La Cibeles estaba con control policial y un agente, cuando vio el puzzle, me dijo riéndose: "¿A montar el puzzle allá abajo vas?"

Más tarde, de nuevo en el hostal, entre disfrute de vídeos post-partido, declaraciones de protagonistas, cotilleos futbolísticos, la digestión del gran día y demás sensaciones, solamente pude dormirme a las tres de la mañana para regresar al día siguiente a las 11:00 a Hospitalet de Llobregat. Bendita falta de sueño.

Fin prueba individual